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Magnano y un mano a mano imperdible

Fueron 60 minutos plenos de básquet. Y Rubén dejó grandes definiciones.

 

Escuchar a Rubén Magnano siempre es un placer. Tiene pinta de serio y tal vez la simpatía no sea su fuerte, pero si se ríe seguido, quiere decir que está a gusto y cuando eso ocurre, sus conceptos y frases se transforman en imperdibles. En un vivo de insta con Manolo Sánchez, el DT que llevó al básquet a lo más alto del planeta dejó muchas máximas y aquí van algunas.

Su paso por Neuquén: “Hay una grata curiosidad con Neuquén. Nos tocó vivir experiencias muy interesantes, primero con Guillermo Vecchio y después en 2001. Sufrimos temperaturas muy duras, pero con un grupo de personas muy comprometidas, entrenamos ahí, cruzamos a Chile y salimos campeones del Sudamericano de Valdivia después de 14 años”.

Más de aquel julio de 2001: “Volvimos a Neuquén y el calor e la gente fue tremendo. Ahí hubo un punto de inflexión en el equipo. La dirigencia hizo un gran trabajo y quiero hacer una mención especial para César Cedrón, terrible dirigente, que hizo su trabajo en un momento muy difícil del país”.

La final perdida en el Mundial 2002: “Fue un golpe muy duro, pero a la vez resultó un aprendizaje. Y en Grecia (2004) nos dimos cuenta que aprendimos a ganar. Como dicen los jugadores, se la tenían que creer. Con el tema del arbitraje no me expedí en aquel momento y tampoco lo voy a hacer ahora. Simplemente estimo que no supimos ganar el juego”.

Su imagen, risueña, cuando se le ganó al Dream Team: “Ojo que esa risa en cuclillas la tengo muy grabada. Me río porque el partido estaba cerrado, faltaban cinco segundos. Es fácil reírse ahí”.

Manu Ginóbili: “Es sin lugar a dudas el mejor de la historia. No solamente por su manera de jugar, sino también por sus logros. Nosotros estamos acostumbrados a ver chicos y decís ‘que mostro que es’, pero después miras su trayectoria y no está avalada por un gran currículum. Las chances de que salgan jugadores como él o mejores están, y ojalá suceda. Que salgan tres, cuatro….”

Luis Scola: “A Luis lo describo con un monosílabo: sí. Históricamente ha sido un sí. Desde los 14 años hasta ahora. Me cuesta creer que diga no, pero no me extrañaría para nada si va a los Juegos Olímpicos y después sigue. Es una incógnita saber cuando va a ser el primer no de Scola. Además es coherente con el día a día. Dice sí porque tiene una tremenda facilidad para reinventarse”.

Deck y Campazzo a la NBA: “Lo tienen recontra merecido, porque están en un nivel superlativo en el básquet FIBA. No tengo dudas de que van a tener chances. Si van a ser el jugador número 13 o 14, es preferible que se queden en un equipo como el Real Madrid, pero siempre da vueltas ese bichito de la NBA y estos chicos están preparados para jugar ahí”.

¿Bodiroga, Petrovic o Kukoc?: “Como diría un amigo de Córdoba, en ese orden. Bodiroga nos destruyó cada vez que lo enfrentamos. En cuanto a lo funcional sería Kukoc, pero sería injusto elegir a uno. Son tres jugadores de excelencia”.

Magnano jugador: “Siempre fui un apasionado del básquet, pero un corredor de la pelota como jugador. Mi mamá y mi papá jugaron al básquet, mi tío también. Cada vez que veía un aro y tenía una pelota Pulpo en la mano, no lo dudaba. De chico jugaba, pero no por calidad sino porque faltaban jugadores”.

Magnano DT:  “Yo quería ser profesor de básquet, no entrenador. El quiebre en mi vida fue cuando estudié educación física y con el tiempo apareció un proyecto de minibasquet. Ahí me fui metiendo, hasta que Walter Garrone me llamó como asistente de la selección primero y de Atenas después”. Lo que sigue, es recontra conocido

La entrevista completa se puede ver en el instagram de Manolo: cmas25000

 

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