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¿Y si vamos para arriba?

"Tenemos que jugar con las mejores", dijo Eraso luego de la caída ante Entre Ríos. (Yamil Regules)

Por Cristian Helou

El Argentino U17 pasó por Neuquén y dejó varias marcas indelebles. Fue el primero para las dos ramas en simultáneo, hubo respuesta del público, salieron varios partidazos y la lista continúa….El tema es que también dejó una certeza: el básquet provincial todavía está muy lejos de las potencias.

Queda claro que tanto las chicas como los chicos dejaron todo. Pelearon a muerte cada pelota. Ellas terminaron séptimas y ellos décimos, pero en ambos casos se quedaron con ganas de algo más. Sienten que hay que potenciar la disciplina y principalmente saben que la materia prima está.

Si algo se confirmó el torneo nacional que pasó por Neuquén es que la competencia fuerte está en otro lado. No en la Patagonia. Por historia, pero también por trabajo continuo, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Capital y Buenos Aires andan en otra historia. Y la diferencia se notó en la cancha.

Los chicos, tal vez de manera inconsciente, lo admitieron antes y durante el certamen. “Hay que competir y competir y medirse contra ellos. Tenemos que jugar con las mejores”, largó Jazmín Eraso, una de las figuras del equipo dirigido por Alejando Sosa.

En la previa, Emmanuel Paredes, el único que llegó desde “afuera”, también dijo lo suyo. “Es otra la exigencia de entrenamiento y también de competencia. Allá juego tres o cuatro partidos por semana”, largó el perimetral que dejó Pacífico para defender la camiseta de 9 de Julio de Bahía Blanca.

El básquet provincial tiene una gran presencia nacional con dos clubes en la Liga Argentina (Español y Petro) y cuatro en el Torneo Federal (Independiente, Pacífico, Pérfora y ahora Centenario). Y si de las chicas se trata, habrá otro cuarteto en el próximo TFF: Biguá, Decanas, Gregorio Álvarez y Cente.

Los espejos están, pero hay que ajustar abajo y el U17 lo ratificó. Como primera medida sería ideal incrementar el número de equipos en la rama femenina, una actividad que crece a pasos agigantados pero que lamentablemente tiene a clubes importantes que todavía no armaron su proyecto. Esto, de movida, daría más competencia interna. Y a partir de ahí el crecimiento se da solo, de manera instantánea.

A la hora de salir de la provincia, queda claro que hay que ir a buscar rivales a otra parte. Y esos están arriba. Todo bien con los Epade y los Juegos del Araucanía pero son certámenes secundarios. Sumar oros ahí confunde.

Si Bahía Blanca tiene esa competencia interna tan feroz, ¿suena descabellado que los equipos de Neuquén o incluso la selección puedan hacer un par de giras anuales en la Capital del básquet? O en el caso de las chicas, ¿es imposible hacer intercambios con rivales de Santa Fe o Entre Ríos?

El básquet provincial está en crecimiento pero se deben buscar alternativas. A veces no alcanza con dejar todo. Las selecciones saben que cumplieron pero a la vez masticaron bronca porque soñaban con estar más arriba ante su gente. Otro tipo de roce es el camino. Caso contrario, así como Paredes hizo la valija, puede ocurrir lo mismo con Eraso, Giane Espedale, Juan Larraza o Leandro Tapia.

En busca de mayor roce, Paredes se instaló en Bahía Blanca en 2018. (Yamil Regules)

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