Britos, entre la ilusión de volver a la LA y las ganas de quedarse en el Rojo

El clásico y la bomba por venir. Ante Pacífico, Alejo definió la historia con un triple.

 

Alejo Britos cumplió su objetivo de volver a Liga Argentina, pero está claro que se quedó con ganas de cerrar una la etapa en Independiente. Flamante incorporación de Ciclista Juninense, el ex base admitió que se fue con “un sabor amargo por cómo se dio todo” y, obviamente, dejó la puerta abierta para volver.

“No me pude despedir de muchos de los chicos. Cuando volví a casa pensé que iba a retornar pronto, pero todo se complicó. Espero verlos si voy a jugar por allá”, afirmó el base en declaraciones a Se respira básquet (750 Neuquén).

Sobre su paso a Ciclista, afirmó que “mi ilusión era volver a la Liga Argentina pero me sentí muy cómodo en Independiente. Encontré un club muy serio, una gran dirigencia y un cuerpo técnico que siempre me dio mucha confianza. Por ese lado tenía ganas de quedarme”.

En el equipo de Junín, el base será dirigido por Daniel Jaule, ex DT de Petrolero y Del Progreso. “Me dio una gran posibilidad, el plantel todavía no está armado, aunque Daniel ya me comentó lo que quiere de mi juego. Me gusta jugar de base, aunque en Independiente tuve la suerte de jugar 1-2 con Lucas Canestrari, y es una opción”, afirmó.

18 puntos, 3.2 rebotes y 5 asistencias por juego fueron los números de Alejo en la temporada del TFB. ¿La media de minutos? 36:11.

De movida, Alejo entra con el pie derecho en el Coliseo del Boulevard. Su padre es amigo del Chuni Merlo, una institución del club, pero además ex compañeros como Walter Storani o Bruno Oprandi ya le tiraron data de la ciudad. “Es una gran plaza y será una linda oportunidad para sumar experiencia en un lindo lugar”, comentó.

Para el final, una anécdota sobre ruedas. Cuando se frenó todo, en marzo, Alejo pudo viajar rápidamente, pero la máquina quedó en Neuquén. “Terminamos de jugar, a puertas cerradas con Centenario, y justo tuve vuelo a Rosario. Lo tomé con la idea de volver rápido porque venían los playoffs y el auto me quedó allá. Pasaron cinco o seis meses para recuperarlo y tengo que agradecerle a Lucho (Osés, dirigente), que no sólo me dio lugar para guardarlo. Me lo puso en marcha, salió un par de vueltas. Un fenómeno”, cerró.

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