Caro Colletti y la misión de mantenerse en el top 3

El drive es el principal aspecto a mejorar, de cara al 2019.

 

Por Cristian Helou

Carolina Colletti ya se instaló en el top del tenis juvenil a nivel nacional pero ahora viene lo más difícil: mantenerse. Con 15 años, la jugadora del Tenis Club Neuquén está en esa etapa clave donde pegar el salto al profesionalismo es el gran objetivo. A punto de empezar la pretemporada, luego de las vacaciones, cuenta sus proyectos.

En las próximas horas se juntará con su profesor de siempre, Miguel Atie, y le darán forma al plan 2019. “Tenemos que ajustarlo, pero la meta de este año es jugar el Sudamericano, que nos quedó pendiente. Después hay que estar en los G1 y G2 y tal vez juegue algún Future”, arrancó Caro.

Una lesión en el cuello le complicó el cierre de la temporada y fue eliminada en los octavos de final del G1 de Hebraica que cerró el calendario. Por eso terminó en el puesto 3º del ranking Sub 16.

Con 4.535 puntos, quedó atrás de dos representantes de esa cuna de talentos que es Tandil: Juana Larrañaga (4.790) y Valentina Mutilba (4.770). En un año muy regular, Colletti llegó a estar en la cima del escalafón nacional y la mayor parte de 2018 fue segunda.

En el futuro inmediato, Carolina apunta a “mejorar el físico y la parte mental. En lo tenístico siempre hay cosas para ajustar y el golpe que más estamos trabajando con Migue es el drive”.

Si de referencias se trata, Colletti dice que admira a Serena Williams, Simona Halep y Maria Sharapova, aunque su entrenador le marcó a Jelena Ostapenko. “Me dice que la siga, que tengo un tenis parecido, así que le hago caso”, largó la tenista que nació el 13 de agosto de 2003.

Caro empezó a jugar a los 8 años, siempre con Atie como entrenador, en San Sebastián de Cipolletti. “No había clases en el colegio y para no quedarme sola en casa, me fui al club con mis hermanos (Valentino y Santiago) y mi mamá (Sandra). Ellos jugaban, probé, me gustó y no largué más”, contó Carolina.

Los resultados no fueron inmediatos, pero en un momento llegó la explosión. “En Sub 12 era chiquita, no ganaba nunca, pero seguí y en el primer año de Sub 14 mejoré bastante. El crecimiento siguió y cuando llegué a Sub 16 estuve en el primer puesto del ranking”, cerró.

Ese paso a paso la llevó a lo más alto y por eso tiene derecho a soñar. No es un camino sencillo pero si logra sostenerse y tiene los recursos para llevar afrontar un calendario 2019 cargado y sin lesiones, Caro está en condiciones de dar otro gran salto.

 

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