Defendió con el corazón y es un gran campeón

Los mejores, lejos. El Rojo fue amplio dominador de la final y alcanzó su pico de rendimiento en los juegos 3 y 4. (Face)

Por Cristian Helou

Si no estuvieron en el Boris Kocina y pretenden saber cómo se defiende para ser campeón, intenten conseguir unas imágenes. Independiente cimentó su gran conquista del Integración de básquet con una marca perfecta, asfixiante, pero sobre todo constante. A partir de ese enorme trabajo en su llave, terminó con las ilusiones de Cinco Saltos, lo vapuleó como visitante por 80-54 y desató la fiesta. Liquidó la serie por 3-1 y es el nuevo monarca luego de siete conquistas en fila de Centro Español.

Con ese dominio abrumador en su llave y un rival que estaba acorralado pero apenas metió 22 puntos en la primera mitad, la tarea a resolver estaba en ofensiva. Y lejos de brillar, al Rojo le costó entrar en ritmo en el arranque. Estuvo tan errático como el Tricolor, pero lo compensó atrás. Los jugadores locales nunca encontraron el tiro cómodo y en ese aspecto hubo una tarea brillante de Franco Alippi, que se despidió con honores del club (jugará el Federal para Centenario).

El interno tuvo la misión de borrar de la cancha a Jeremías Acosta y lo logró, muchas veces en soledad y en otras ocasiones con la gran colaboración de Christian Boudet.

En ningún momento Independiente especuló con ese margen de poder definir la historia en La Caldera. Salió a devorarse al Tricolor y en el descanso largo (35-22) ya había aroma a partido liquidado.

Es que además de los internos, la rotación perimetral que propuso Gustavo Oviedo funcionó perfecta y todos dejaron el alma en el aspecto defensivo. Y cuando eso ocurre, el plan está cubierto en un 80% y siempre da la sensación de que los puntos van a llegar solos.

Para ratificarlo, un datos que lo clarifican: el campeón no tuvo grandes números en tiros de campo (44%, con 28-60) y tampoco desde la línea de libres (59, 13-22). Pero fue paciente, siempre buscó al mejor ubicado y por eso cinco de sus jugadores terminaron en dos dígitos. Y para completar el círculo, cuando el DT mandó a la cancha a Pablo Almendra sin estar al ciento por ciento y a Luca Canestrari, metieron tres bombas fulminantes. La del juvenil, de ocho metros y para abortar el último intento de reacción del local en el encuentro.

En el cierre, con todo liquidado, la banda del Rojo que viajó hasta Cinco Saltos ovacionó uno por uno a los jugadores y en lo más alto del podio terminó Luciano Alonso, quien volvió para darse el gusto de su vida. Como todos, entendió su rol, pero se despachó con una serie final espectacular. Aportó calma, pero también clase porque fue el mejor asistidor del equipo (en el partido del título dio 7) y además goleó cuando fue necesario (14). En sus manos terminó la Copa Diario Río Negro y fue el mejor broche para merecida conquista del Rojo neuquino.

LA SÍNTESIS

Cinco Saltos (54): Matías Stival 7, Manuel Lambrisca 20, Javier Larramendy 13, Facundo Pérez Da Rold 4, Jeremías Acosta 6 (F), Tomás Bordi, Facundo Mazzoni 4, Uriel Colodner. DT: Luis Heredia

Independiente (80): Facundo Troncoso 13, Gino Veronesi 12, Valentino Delgado, Christian Boudet 19, Franco Alippi 11 (FI), Luciano Alonso 12, Pablo Almendra 6, Luca Canestrari 3, Leandro Jagla, Mariano Uranga 2, Juan Cruz Sepúlveda, Joaquín Acevedo 2. DT: Gustavo Oviedo

Parciales: 8-15, 22-35 y 35-55

Cancha: Boris Kocina, Cinco Saltos

 

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