Por Cristian Helou
Centenario venía de una gran temporada 2021, donde fue el mejor de los neuquinos en el TFB. No pudo repetir, empezó a mermar su rendimiento en el PreFederal y después quedó lejos de la zona de clasificación en la Liga Federal de Básquet. Con marca de 5-19, el último partido del certamen marcó el final de la era de Gustavo Oviedo al frente del plantel.
Referente de la disciplina, primero como jugador de Pacífico y después como DT en el Decano y también en Independiente, el Cusa es una voz autorizada. Y además de su paso por La Colonia, hace un análisis del básquet de primera neuquino. Sin representantes en la zona definitoria de la LFB, el DT no anda con vueltas: “La realidad es que no nos alcanza”.
¿Qué balance podés hacer del rendimiento de los neuquinos en la Liga Federal?
-Más allá de la rivalidad que tuvimos en la zona y de mi trabajo en Centenario, me hubiera gustado tener un representante en las instancias definitivas y ni hablar, en una Liga Argentina o Liga Nacional. La realidad es que no nos alcanza. Me parece que hay que hacer un trabajo desde la parte técnica y dirigencial, y ver qué quiere cada club.
Mientras tanto, esta situación de quedar afuera rápido se repite…
-Acá tenemos que poner todo en la balanza para ver si alcanzó o no. Y darnos cuenta de las cosas que faltan. En mi primera temporada en Centenario, estoy convencido de que podríamos haber pasado con un plantel un poquito más largo. Nada más. Nos faltó poquito y no pudimos. Y ahora ocurrió lo mismo, con Biguá, con Centro Español, con Pérfora… A veces tener un plantel largo no te garantiza pasar rondas, pero sí competir de la mejor manera.
El tema de siempre es el presupuesto…
-Cada club contrata a los jugadores que puede. Y ahí aparecen las opciones. O te la arreglas con lo que hay en el mercado, cerca; o te tirás a la pileta y vas por Marcelo Piuma (hoy en Pico FC, el único de la Patagonia que sigue en acción) que fue el MVP del último Federal y sabés que te va a rendir. Pero a esos jugadores hay que tenerlos bien, cumplirles con los pagos, que se sientan cómodos.
Cusa&Cusita
“Fue una temporada muy desgastante y muy dura. Me dolió mucho, más que a cualquiera, porque además estaba mi hijo en el plantel y no pude verlo disfrutar”, dijo Gustavo sobre David, el mejor de La Colonia en la Liga Federal.
¿El entrenador es clave ahí, cuando llegan jugadores de ese calibre?
-Por supuesto, siempre te exigen resultados. Nosotros nunca vamos a dejar conformes ni a los dirigentes, ni a los jugadores, ni a la gente. Siempre te van a encontrar algo, pero que quede claro que jugamos a ganar. Con el plantel que sea.
¿Y cómo se sobrelleva una temporada como la de Cente, con tantas derrotas?
-No soy de los entrenadores que se baja del barco a mitad de camino porque los resultados no se dan. Me quedo hasta el último día, siempre y cuando los dirigentes no piensen lo contrario. Pero la realidad es que salimos tarde al mercado, tuvimos que hacer un par de recambios, tuvimos lesiones. Nos tocó estar ahí, en el fondo y por supuesto que duele.
También sufrieron la salida de Alberto Delía (dirigente del básquet) y Néstor Mingot (presidente) estuvo muy enfocado en la elección de Lifune….
-Sabíamos lo de Néstor y su situación en Lifune, y en cuanto a Beto, tuvo diferencias con el presidente y se fue. Ahí se hizo cargo un grupo de padres, que estuvo hasta los últimos días. Con aciertos y errores, lo llevaron para adelante. Cobramos todos los meses y desde ese aspecto, fue positivo. Pero tuvimos muchas carencias para ser un equipo profesional, no faltaron horarios para entrenar, no tuvimos kinesiólogo, ni utilero, o el hecho de salir a buscar una cosa, otra…. Uno tiene que ser profesional desde cebollitas hasta primera y acá hay equipos que juegan en primera y no tienen todas las formativas armadas.
Seguis como DT de Centenario
-No, no. Mi vínculo terminó el día del último partido en el Federal.
¿Ya sonó el celular?
-Sí, para ir a pescar o para jugar al padel. Estoy tranquilo, esperando. Si se tiene que dar en algún lado, será. Si no me quedo mirando básquet por tevé y siempre pensando en todo lo que hay para mejorar. Lo dijo el Pato Denegri el otro día: el torneo fue desprolijo. Miraba otras zonas y tuvieron reclasificación. Acá por suerte pelearon varios y estuvo interesante hasta el final, pero si se cortaban cuatro a mitad de torneo, listo. Se terminaba. No me parece justo porque los clubes hacen un esfuerzo muy importante para jugar.
¿Quedaron al día con los sueldos?
-Si, en tiempo y forma. El día del último partido pasamos a cobrar. En ese sentido nada para cuestionar.
Tuviste un largo pasado en Pacífico, como jugador y DT, y también fuiste campeón con Independiente. ¿Qué opinás de sus campañas?
-No sé se me corresponde hablar, pero desde mi lugar, como rival, creo que a Pacífico le faltó un interno con más peso y perdió un par de partidos muy ajustados, pero peleó hasta el final. A Independiente le faltó un 5 y un base, aunque Gino (Veronesi) lo hizo muy bien. Y voy a pecar de esto que tenemos los entrenadores, de embalarnos con las opiniones: creo que Pérfora y también Petrolero hicieron grandes campañas, pero con equipos muy jóvenes. Y, como dije al principio, sin esos jugadores de experiencia en estas instancias hoy se no se puede. Vos enfrentas al Cholo Martirena, por ejemplo, y sabés que no te va a alcanzar. Es la realidad.
