El básquet neuquino vivió una noche especial porque el Ruca Che le abrió sus puertas después de tres años para un partido oficial. Luego de un año de mucho trabajo, el estadio quedó a nuevo para festejar sus 30 años y al toque apareció esta posibilidad de que los clubes puedan usarlo para la competencia oficial. El hielo se rompió con el clásico más importante de la ciudad e Independiente logró un gran triunfo por 95-94, luego de dos tiempos suplementarios.
En un partido muy cambiante, el Rojo picó en punta y ganó 23-18, después emparejó el Decano (36-35) y lo mejor se vio en el tercero, porque golearon parejo y el tablero marcó 59-62. El equipo de Andrés García recuperó esos tres puntos en el último parcial (18-15) y así llegaron los suplementarios, luego de los empates en 77 y 84.
En la última jugada de la noche, Independiente armó una ofensiva perfecta, que cerró el juvenil Gonzalo Leyton. Los árbitros fueron a revisarla, estaba todo perfecto y ahí se desató la locura en los sectores ocupados por el Rojo.
La gran figura de la noche fue David Cusita Oviedo, quien se despachó con 45 puntos. Al base le salieron todas y se llevó todos los aplausos de la noche. El interno Joaquín Marcon (18) y Carlos Paredes fueron los otros que anotaron parejo en el equipo de Andrés García.
En el equipo visitante no alcanzaron los 26 de Matías Stanic. Los otros que sobresalieron fueron Sebastián Godoy Vega (17) y Gustavo Maranguello (16), quien anotó un triplazo en el cierre y puso el 94-93. Después, llegó la definición de Leyton y el interminable festejo de los Rojos.
Info y foto: Diario Río Negro.