El joven neuquino participó de un campus con la Selección U-17 de básquet y aspira a representar al país en el Campeonato Sudamericano, que se jugará entre el 20 y el 26 de octubre en Colombia.
A sus jóvenes 17 años, Lucas Raziel Fernández vive jornadas sumamente trascendentes para su trayectoria deportiva. Días atrás, fue parte del primer campus de preselección de jugadores U-17 y por estas horas ya se prepara para la segunda experiencia, de la cual participarán 19 basquetbolistas de diferentes latitudes del país.
“Lo que me tocó vivir en el CENARD fue una experiencia única, con mucho entrenamiento en doble turno. Fue una linda experiencia, con trabajos muy duros. Volví muy cansado. Estuve trabajando con Leonardo Gutiérrez (medallista olímpico en Atenas 2004 y Beijing 2008), y con Mauro Polla, que son los dos entrenadores”.
Luego de destacar que esta oportunidad representa algo muy importante en su desarrollo deportivo, el joven oriundo de Rincón de los Sauces relató su historia: “Comencé a jugar en Rincón, gracias a mi hermano que fue el que me llevó a una cancha de básquet. Arranqué en el club Auca Mahuida y crecí entrenando de la mano de Esteban Maraz y Pablo Lucero”.
Ya inmerso en la pasión por la práctica del básquet -y siendo muy chico- se vino a vivir a la pensión deportiva del Club El Biguá, lo que representó un gran sacrificio personal y familiar. “Este no es un logro mío, sino también de mi familia. Todos peleamos por esto. Mis padres hicieron un gran sacrificio económico y laboral. En una época me venía los viernes, jugaba acá en Neuquén y luego me volvía a Rincón”.
Respecto de sus características basquetbolísticas, se describió como un jugador “bastante versátil, que puede jugar de base, de ayuda o de alero”. En relación a sus referentes, destacó a Emanuel Ginóbili – “es mi ídolo”, dijo-, pero también resaltó la figura de su entrenador en el Club El Biguá, Nicolás Leguizamón: “Él es mi líder y mi ejemplo. Siempre me ayudó en los tres años y medio que llevo en el club y lo quiero mucho”.
El básquet tiene un gran protagonismo en la vida de este joven de 1,89 metros de estatura. “Este deporte es todo para mí. Sin el básquet no se que haría. Sé que no estaría acá, quizás estaría en Rincón jugando al fútbol, aunque en realidad nunca tuve dudas, mi deporte es el básquet”.
En el horizonte de Lucas asoman diez días más de entrenamiento con la albiceleste. “Entrenar con los mejores del país es algo importantísimo. En lo personal, trabajé toda mi vida por llegar a la Selección y estoy muy contento por este gran logro. El sueño es estar en el Sudamericano, aunque ya haber llegado hasta acá es algo inolvidable”.
Mientras se aprestaba a comenzar con su rutina de entrenamiento, Lucas aprovechó para dejarle un mensaje a la juventud neuquina: “A los chicos de mi edad les digo que hagan deporte, que le den para adelante. Yo ni soñaba llegar a la Selección, pero lo logré trabajando todos los días, levantándome temprano para entrenar, haciendo gimnasio y practicando mi tiro cuando la cancha está libre”, finalizó.
Info y foto: Neuquén Informa.
