“Lo han disfrutado todos. Esta es una fiesta de la ciudad que seguramente se volverá a repetir. La primera vez que tenemos una carrera en la que pasamos por los dos ríos, el Limay y el Neuquén”. Ese fue el resumen de Mauricio Serenelli, titular de la Agencia Municipal de Cultura, Deportes y Actividad Física, cuando la segunda edición de la Corrida de la Confluencia todavía no había llegado a su fin.
Los atletas, federados y no tanto, y una gran cantidad de mascotas le dieron color a la competencia que tuvo como epicentro el Paseo de la Costa. Desde muy temprano, el predio se tiño de rojo y de manera puntual comenzaron a sonar las campanas de largada para las cuatro modalidades: 2 kilómetros para animales no humanos y familias, 5 kilómetros recreativos y las competitivas de K10 y K21.
En el caso de las carreras por los puntos, hubo más de 100.000 pesos en premios y los cheques más altos fueron a parar a las manos de Laura Evelin Carilau (10 K), Gilda Flores (21 K), Alexis Corrías (10) y Alberto Bravo (21).
“Fue un circuito hermoso, nos tocó un día increíble. Además, estuvo muy bien señalizado. Me encantó. Yo estoy acostumbrada a correr barda y montaña, la calle es más rápida, pero me sentí muy bien”, afirmó Flores, inalcanzable en la prueba central.
