Espil, la “estrella de rock” y la “dura Caldera”

El bahiense habló de su carrera y de la actualidad del básquet nacional. (Archivo La Nueva Provincia)

 

Neuquén, Preolímpico 1995: “Fue un torneo impecable. Clasificamos para Atlanta y si bien es cierto que perdimos la final con Puerto Rico, jugamos muy bien. Recuerdo que estábamos en el hotel y parecíamos estrellas de rock. No te quiero mentir, pero se juntaban como mil personas afuera del hotel y también en los entrenamientos”.

Neuquén y su infierno Rojo: “Era duro jugar en La Caldera y que me defienda el Tigre Aguilar. La verdad, me comía. Recuerdo muchos partidos y era complicada. Tenias a la gente muy arriba, alentaban todo el tiempo, en esa época se vivía mucho el básquet. Se generaba un gran clima y era lindo jugar ahí. Después volví mas tarde. Cerca de mi retiro, estaba el Pájaro Marina. Les ganamos en cuartos y después perdimos con Peñarol”.

Juan Espil, uno de los mejores tiradores de la historia de la Liga Nacional y la selección Argentina, le dio un mano a mano a Se respira básquet (750 Neuquén) y recordó sus pasos por la capital provincial. Fue clave en la Albiceleste que dirigió Guillermo Vecchio en la inauguración del Ruca Che y jugó varias veces ante Independiente en La Caldera.

Jugó hasta los 44 (hoy tiene 52) y se dio varios lujos en su carrera. Sin dudas, los tres cruces contra los NBA top lo marcaron a fuego y el recordado doble ante la marca de Michael Jordan es un momento único en su campaña.

Pegado a Jordan en la previa del partido entre Argentina y el Dream Team.

“Enfrentar a los mejores de la historia fue tremendo. No hay otro equipo como ese de Portland y la jugada contra Jordan me la recuerdan todo el tiempo. Por supuesto que la tengo en la memoria, tengo una foto en mi casa. Y después del partido me felicitó Magic Johnson. Imaginate en esa época, que no había internet ni celulares. Llevábamos nuestras máquinas para sacarnos fotos. No podíamos creerlo”, relató.

Sobre Atlanta 96, a Juegos Olímpicos a los que llegaron desde el Ruca Che, afirmó que se hizo un “grandísimo papel, le pudimos ganar a Lituania, en el medio del torneo perdimos a Nicola (Marcelo) por lesión y después perdimos con China, que nos hizo una gran defensa. Creo que a partir de ahí Argentina se hizo competitiva a nivel mundial y fue la antesala de la Generación Dorada”.

Radicado desde 2018 en Monte Hermoso, fue director Deportivo de la CABB entre 2014 y 2017. Dice que después de ocupar ese lugar eligió parar por un tiempo, pero igual sigue de cerca las novedades de la disciplina.

“El básquet nacional viene de muchas buenas temporadas. La Liga Nacional saca buenos jugadores, algunos tienen la suerte de ir a Europa y eso nos permite seguir bien a nivel mundial: la muestra estuvo en China. Hay materia prima y en ese sentido estamos tranquilos. Siempre vamos a ser competitivos”.

De Fabián Borro, presidente de la CABB, opinó que “lleva poco tiempo, pero maneja bien las cosas y sabe como es. Él era presidente de Obras cuando jugué ahí. Ahora están unidos la AdC con la Confederación y eso (la división) siempre era un problema. Esperemos que le haga bien al básquet”.

Por último se refirió a su larga experiencia en el exterior (estuvo más de una década) y contó: “Me fui a España con 28 años para ver si podía crecer y jugar con los mejores. Fui siendo un tipo de jugador, anotador, bastante egoísta y allá me convertí en uno  más completo porque sino no jugaba. Y eso se vio cuando volví a Argentina con 40 años. Sin ser un gran anotador, seguí siendo un jugador importante”.

Con el Loco Montenegro compartieron equipo en Estudiantes BB en 1990 y repitieron 20 años más tarde en Obras.
Con el Colo Wolkowyski y De la Fuente, en el oro panamericano de Mar del Plata 1995.

 

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