Joaquín Rioseco, competitivo al 100 % y listo para los desafíos

Gano los 500 y 1.000 metros en el selectivo de Rosario y se metió en la selección.

Por Cristian Helou

Joaquín Rioseco es una de las piezas claves que tiene el equipo de patín carrera de Alta Barda. Prejuvenil de selección, sus objetivos son claros. Es competitivo al ciento por ciento y esa actitud lo llevo a cumplir las metas. A cada instante maquina su primera experiencia internacional, pero por estas horas hace una especie de pausa y se enfoca en el Nacional, que tendrá su segunda fecha en Mar del Plata (16 al 19 de septiembre). El equipo neuquino ganó de manera contundente la primera y va por un replay.

El cambio de fecha del Sudamericano de San Juan (de noviembre 2021 a febrero 2022) no modifico la intensidad de los trabajos y Joaquín lo confirmó: “Tenemos que seguir entrenando muy firme. Tenemos el Nacional, que es muy importante para nosotros y también las concentraciones (con la selección). No se si fue lo mejor el cambio, pero vamos a tener más tiempo para prepararnos y llegar de la mejor manera”.

A partir de su gran rendimiento en el Nacional de Neuquén, Rioseco sabía que estaba cerca de la Celeste y Blanca. “Me fue muy bien y tenía que ratificarlo en el evaluativo. Obviamente me puso muy feliz la convocatoria, porque va a ser mi primera vez con la selección”, afirmo.

Esos sueños de trascender empezaron cuando apenas tenía 5 años. “Empecé en la escuela del Parque Central, que se llamaba Austral. Fue por mi madrina (Karina Rioseco). La fui a ver a un Provincial y desde ese momento nunca más me saqué los patines”, relató.

Y siguió: “Estuve en Austral hasta los 13 (hoy tiene 15) y después pasé a Alta Barda. Siempre fui súper competitivo y necesitaba ese cambio. Al principio me costó porque el entrenamiento es muy exigente, pero me adapté y después llegaron los resultados”.

Los Joaquines. Com Campos arma una gran dupla.
Equipo compacto, éxito asegurado.

El grupo unido es uno de las claves del éxito en Alta Barda y de ahí se desprenden duetos que marcan la diferencia. Ocurre con Caetano Martorella y Benjamín Gader en juveniles y se replica en pre con Luourdes Valle y Lucía Monje. El socio de Rioseco también se llama Joaquín, su apellido es Campos y la rompen cuando van a la par.

“Están las Lu y los Joa. Es relindo porque tenés un compañero que te ayuda todo el tiempo, tanto en los entrenamientos como en las carreras”, cerró Joaquín. Y se fue a entrenar. No queda otra: es la única receta para llegar de la mejor manera a los compromisos que tiene con su club y también con la selección.

 

 

 

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