FOTOS: MATÍAS SUBAT
Por Cristian Helou
Ignacio Claris tomó la decisión de grabarse el escudo de Pérfora para siempre en una difícil. Fue después de quedar eliminado ante Sportivo Escobar en el Federal de Básquet 16-17, en medio de un bajón pero también como una muestra de amor incondicional. “En las malas, mucho más”, seguramente pensó Nacho y marchó hacia el local del artista de los tatuajes.
Por estas horas, el base del Verde sale de otra mala porque hace un mes se lesionó en la derrota ante Centenario. Era un momento clave ya que se venían siete juegos en 28 días. Finalmente el parate modificó todos los plantes y sólo faltó a dos compromisos.
“La verdad es que al principio fue un bajón. ¡Venir a desgarrarme antes de la seguidilla de partidos!. Después pasó, empecé a recuperarme, a los 12-13 días hice pesas y gimnasio y a los 21, entrenamiento. Ya estoy listo para volver”, avisó el dueño de la 4.
Si bien es cierto que reina la incertidumbre sobre el futuro de la competencia, Nacho explica que “la intención es volver, obviamente que las ganas están. No depende de nosotros, pero tenemos que estar atentos a las novedades y a lo que decidan los dirigentes”.
Luego de la última suspensión, la idea del “no va más”, como ocurrió el año pasado, empezó a rondar en la cabeza de todos los planteles. “El temor está y sobre todo si vemos cómo es la situación en nuestra zona. Uno siempre trata de ser positivo, pero la realidad es que viene todo complicado”, dijo Nacho.
Por lo pronto, en Plaza Huincul esperan y todos los integrantes del plantel llevan adelante la rutina de entrenamiento virtual ordenada por el cuerpo técnico. Los tres refuerzos que no son de la zona, Sebastián Cuevas, Lahuel Silva y Emiliano Lipreri, siguen en la ciudad.
Con récord de 7-2 (el mejor del Sur), el Verde ratifica su condición de favorito y Claris explica los motivos: “La idea de juego está clara tanto en defensa como en ataque. Nuestro juego es colectivo y aunque falte algún nombre, no se cambia. Y la demostración está en los últimos juegos, que tuvimos bajas, pero el equipo se acomodó”.
Con 28 años, Ignacio lleva una vida en el club. Alcanzó a jugar con la denominación YPF y en la era Pérfora se transformó, sin dudas, en una referencia. “Jugué algunos partidos, pero no me acuerdo bien las fechas. Sí recuerdo ir a ver a la primera de YPF. Después tuvimos que cambiar el nombre, por esa historia de las privatizaciones, y volvimos a ser Pérfora”, relató.
Esa P, protagonista estrella del escudo, esta incrustada en el gemelo izquierdo de Nacho. “Se me ocurrió después de quedar eliminados con Escobar. El Tuti (Julián Ruiz, socio en las formativas y ahora en Estudiantes de Olavarría) también se hizo uno y varios de los chicos de la hinchada se sumaron”, contó.
La historia de los tattoo empezó antes y los elegidos fueron mamá y papá. De un lado Judith y del otro, Piti. Pudo haber sido formal y optar por Oscar, pero en el ambiente del básquet son muchos los que tienen que pensar antes de arriesgar por el nombre de pila del histórico dirigente del club.
Con la P y sentimientos Verdes adheridos a la piel, Nacho conduce la ilusión del único equipo neuquino con asistencia perfecta en el Torneo Federal. “Si te digo que estamos para pelear el ascenso pecaría de soberbio. Creo que hay zonas muy fuertes, con equipos que incorporaron jugadores de Liga Nacional. Nuestra idea es clara: dejar todo, competir y llegar de la mejor manera a los cruces”, cerró.
