Polémica en la Neuquén Cup: la organización dio como ganador a Confluencia

Las chicas de Petro ganaron en la cancha pero perdieron en el escritorio. (Facebook)

Por Carolina Magnalardo

Esta semana se conoció la decisión de la organización de la Neuquén Cup, en la rama femenina, de declarar campeón a Deportivo Confluencia luego de que en la final Petrolero Argentino (ganó 2-1) incorporara a una jugadora que habría sido expulsada en el partido anterior.

Neuquén Cup se expidió respecto de los hechos violentos que se registraron el viernes en cancha de Alianza de Cutral Co, en la semifinal que enfrentó a Petrolero con Atlético Mineiro y que terminó con agresiones entre jugadoras. Producto de esos hechos, Ayelén Lagos, que habría visto la roja, fue incorporada en Petrolero para jugar la final contra Confluencia, lo que determinó que el equipo de la comarca recibiera la sanción perdiendo el partido.

La organización de la NC envió un comunicado informando la decisión. En un pasaje de la comunicación se expresa: (…) En la séptima edición del año 2018 vivimos una desagradable situación al jugarse el último partido del torneo, en el que se enfrentaban Petrolero Argentino y Confluencia. Este último se consagró campeón, lo que generó que tuviéramos que estar más de dos horas encerrados en estadio de Atlético Neuquén custodiados por policías, por la actitud amenazante y de violencia de las jugadoras e hinchas de Petrolero que querían agredir a los árbitros. Eso nos hizo desistir en la octava edición de convocar al futbol femenino y no participaron. En esta novena edición, una vez más apostamos y confiamos en brindar al Femenino un lugar dentro del esquema de organización y fue así que se logró convocar a 16 equipos. Una vez más nos encontramos con una situación no deseada, que a nuestro entender, empaña la potencialidad de crecimiento que la actividad tiene y que merece una actitud distinta de sus protagonistas (…)

El comunicado indica que “la pelea con agresión física entre los dos equipos participantes” fue informada por el árbitro en la planilla, expulsando a la Jugadora número 11 de Petrolero, Ayelén Lagos, y a la número 2 de Mineiro, Dana Esteben, ambas por agresión física.

La organización asegura que se le comunicó a Petrolero que Lagos no podía jugar la final: “Como respuesta a nuestra notificación solo recibimos amenazas verbales en disconformidad por la situación, advirtiéndonos que iban a desobedecer esa sanción e iban a incorporar a la jugadora al partido y nos anticiparon que le iban a pedir al presidente del club que intercediera ante la Organización. Fue así que Simón Jalil, presidente de Petrolero llegó al Club Atlético Neuquén donde estábamos premiando otras de las diez categorías que jugaron el torneo, con la intención de que dejemos sin efecto la sanción. Se le mostró el informe del árbitro y se le pidió que acaten la determinación (…) la sugerencia no fue tomada y por el contrario ratificó que iban a incorporar a la jugadora en la final (…) una actitud antirreglamentaria.

En diálogo con Aguante Neuquén, el entrenador de Petrolero, Marcelo Campos, dio su versión de los hechos: “Cuando finalizó el partido contra Mineiro, nuestra jugadora Ayelén Lagos fue agredida por Dana Esteben. Ahí se vinieron tres o cuatro más y fueron nuestras jugadoras las que se sumaron para parar la agresión. El vicepresidente de Alianza, Sebastián Chandía, nos pidió que nos retiremos y dijo que él iba a hablar con el árbitro porque quería informar a Lagos. Nos hicieron el ‘sana sana’ y nos mandaron a casa. Al día siguiente, cuando íbamos viajando, me llama Marcelo Marco (organizador de la Neuquén Cup) y sin dar ninguna explicación dijo que Lagos estaba informada. Pero nunca me dieron un informe del árbitro con un aval que me diga que la jugadora estaba expulsada”.

Además, Campos señaló que en la cancha de Pacífico, en sábado previo a la final con Deportivo Confluencia, se le acercó una mujer “que venía de parte de Marcelo Marco diciendo que Lagos no podía jugar. Nadie nos dio explicaciones de por qué Lagos fue informada si fue ella la agredida. Y no la habían expulsado”.

Campos denunció que “esto fue una cama” y aseguró que el partido de la final estaba dispuesto para las 18 “pero como las chicas de Confluencia no podían porque trabajaban, cambiaron el horario para las 21”.

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