Sofía es Madrid y busca dar el salto en Barcelona

La neuquina recuperó la confianza (y también el juego). A los 17 años, se la juega en España y apuesta todo a escalar en el ranking de la WTA.

Por Diego Lores

Una gran actuación redondeó la neuquina María Sofía Madrid Rocca en el W15 Santa Margarita de Montbui. Luego de vencer 6-0 y 7-5 a la india Aaddi Gupta; 6-1, 4-6 y 13-11 a la española Judith Hernández Miranda; y 6-4, 2-0 (retiro) a la rumana Gabriela María Vancea, ingresó por primera vez a un cuadro principal de un torneo profesional. Ya en primera ronda, cayó 1-6 y 4-6 ante la española Lucía Cortez Llorca.

“Por primera vez me tocó competir en cancha de cemento. Toda mi vida entrené en cemento, pero fue muy especial porque nunca competí en esa superficie. Mi estilo es de cancha rápida y me sentí muy bien. No estuve del todo fina, pero con actitud pude sacar algunas batallas adelante”, comenzó relatando Madrid Rocca desde Barcelona.

“También por primera vez, pude ingresar a un cuadro principal de un torneo profesional. En primera ronda me tocó con la segunda preclasificada (Cortez Llorca, 695 en ranking WTA). Perdí 1-6 el primer set, pero en el segundo di pelea y demostré que tenísticamente estoy a la altura. Me falta muy poquito para estar al nivel de una jugadora con ese ranking. En el segundo set estuve 4-1 arriba. Me quedo con lo positivo. No me dejé pisotear, así que estoy muy contenta y muy orgullosa por estar volviendo poco a poco”.

Sofía utiliza el verbo “volver” porque no la pasó bien sobre el cierre del 2021. Tampoco le fue fácil el desarraigo. Viajó a España el 24 de febrero pasado. Apenas llegó, jugó dos W15 en Polmanova. “No me fue bien, pero me sirvió para hacer un clic. Era un mal momento para mí. No tenía personalidad ni confianza en mí mismo. No podía jugar suelta y sólida como entrenaba. Eso genera un sentimiento de impotencia y extrañez”.

Luego de ese primer capítulo, se fue a entrenar a Costa Brava, en la Academia Full Experience. Allí se rodeó de entrenadores argentinos, como Juan Manuel Antón, Nadia Persa, su hermano Agustín Madrid y Charly Rampello.

“Ahí la pasé mejor, me sentí mejor. Pude empezar de vuelta, encontrarme a mi misma. Dejé de competir y me dediqué a entrenar durante dos meses. También entrené la cabeza y cuestiones más personales. Poco a poco fui construyendo mi confianza. Vinieron más chicas de Argentina y comencé a compartir con ellas. Eso fue un cambio positivo porque antes estaba sola. Poco a poco empecé a encontrarme de vuelta, a sentirme muy cómoda en la cancha. Recuperé esa personalidad que estaba perdida”, cuenta Sofía con la satisfacción que le dejó su actuación en el último torneo.

Luego de esa dura etapa de entrenamiento, empezó a competir nuevamente. “Estoy haciendo una minigira. Jugué los dos ITF en Girona. Uno era J5 y el otro J4. En el primero perdí en tercera ronda. Ese torneo me dejó muy contenta, sobre todo por lo actitudinal, más que por lo tenístico”.

En ese J5 de Girona vivió una situación inédita e incómoda: “Me tocó jugar con la danesa Sarafina Olivia Hansen. Le gané 6-1 y 6-4. Cuando la voy a saludar me dice que el segundo set estaba 5-5. Fue un momento de tensión. Volvimos a jugar ese set desde 4-4. Lo terminé perdiendo 7-6. Pero en el tercero pude ganar 6-4. Después de ese torneo mis entrenadores se pusieron muy orgullosos de mí. Fui capaz de seguir. Fue un alivio para mí. Yo jugaba para ganar confianza, para tener buenas sensaciones y las tuve”.

En los próximos días, la neuquina de 17 años afrontará un nuevo J4 en cancha rápida.  “Estoy con mucha confianza. Me siento muy bien. Estoy empezando a transmitir en los partidos lo que hago en los entrenamientos. Eso no es fácil. Estoy contenta de haber vuelto a competir. Nunca antes había jugado más de dos torneos seguidos, eso es nuevo para mí. Estoy muy feliz”, concluyó.

Sofía pudo competir por primera vez en cemento y “fue muy especial”.

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