La garra de Espedale, el Alma de Bougarel y una inolvidable revancha ante Brasil

Dibuje, crack. La base de Cutral Co manejó al equipo nacional y fue victoria en el clásico. (FIBA)
Gianella, en el centro de los festejos. (FIBA)

Argentina tenía la sangre en el ojo desde el Sudamericano 2019 y la revancha llegó en el momento justo. Con una Gianella Espedale genial, le ganó el clásico a Brasil (56-54), se clasificó para el Mundial de Hungría del año que viene y se metió en las semifinales del FIBA Americas 16 que se disputa en México.

La neuquina fue una de las goleadoras, con 14 puntos, pero además bajó 4 rebotes, dio una asistencia y robó 2 pelotas, en 32:19 minutos. Pieza clave, fue la argentina con más tiempo en cancha. Alma Bougarel, también con 14, se transformó en la socia ideal.

La diferencia entre los dos primeros cuartos fue abismal. La Albiceleste fue un concierto de errores y las cariocas, con poco, marcaron diferencias. Tuvieron porcentajes similares, pero Brasil se adueñó de los rebotes (26-13 en el parcial) para sacar una ventaja preocupante: 15-6.

Todo se revirtió en el segundo. Las dirigidas por Sandra Pavón salieron decididas a torcer la historia y lo consiguieron. Con una defensa en toda la cancha pusieron en problemas a su rival y fue clinc caja: parcial de 14-2 y Argentina al frente 20-17.

Los nervios se apoderaron de las Verdeamarelas y Espedale resulto determinante en esa reacción, con 6 puntos y dos robos vitales. Alma Bougarel entró encendida y con otros 6 tantos, fue la socia ideal. El parcial finalizó 22-7 y con el tablero 28-22, las criollas volvieron más que conformes al vestuario.

Delfina Cergneux aportó puntos vitales. (FIBA)

Sostener la intensidad y regularidad, y mandar en el tablero fue el objetivo de Argentina para el tercero y lo cumplió con creces. Si bien es cierto que no pudo repetir lo del cuarto anterior, la defensa siguió sólida y Bougarel repitió su buen ingreso. Así la ventaja se sostuvo, aunque las brasileñas se mostraron recuperadas, especialmente cuando cargaron el rebote. Por suerte, sus porcentajes de tiro fueron muy pobres en ese pasaje.

Malena Maggi, la hija de Diego, lo grita con el alma. (CABB)

Sin embargo, la apariciones de Taisa y Ana Pasos emparejaron las acciones, llego el 37-37 y urgente pedido de minuto por parte de Pavón, con 2 minutos clavados por jugar. Una gran bandeja de zurda de Espedale y un gran doble flotado de Delfina Cergneux le dieron aire a Argentina. Una tremenda conversión de Borges igualó el duelo en 41 y llenó de incógnitas el último cuarto.

Como en el arranque, los errores se apoderaron del encuentro. Malas decisiones, estadísticas para el olvido y paridad. Mucha paridad. Se alternaron en el punta del marcador y durante más de dos minutos se trabó en 47-47.

Argentina no había convertido triples en 10 intentos, pero la vencida llegó en el 11. Bougarel sacudió las redes y la Albiceleste pasó al frente 50-48. Esa bomba agrandó a las chicas y confundió a Brasil. Giane metió otra bandeja colosal (56-50) y el festejó quedó a un paso.

Con Giane en cancha, el equipo tuvo aguante y defendió a morir la última bola de la noche, que fue de Brasil, pero terminó con un lanzamiento incómodo. Fue 56-54, agónico, pero inolvidable.

Pequeña Gigante. Giane, 163 centímetros de entrega y talento. (FIBA)

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